jueves, 26 de abril de 2012

ESTAFAS: ¿Porqué Nos Engañan?

Nadie tiene más posibilidades de caer en el engaño que aquel para quien la mentira se ajusta a sus deseos” Jorge Bucay

¿Por qué nos engañan? O, mejor dicho, ¿por qué nos dejamos engañar? En mi humilde opinión, simplemente porque queremos que sea verdad, y este sentimiento es tan poderoso que nos nubla la razón y nos impide evaluar objetivamente la posibilidad de que no sea cierto.
Me explico mejor. ¿Alguna vez te ha engañado un/a novio/a, aunque más no sea diciéndote que te quería, y con el tiempo resultó que no era verdad ese sentimiento? Muchas veces, cuando nos enamoramos o cuando creemos estarlo, nuestra capacidad de raciocinio se ve nublada por un “cóctel hormonal” que embriaga todo nuestro cuerpo y nos conduce a lo que yo llamo un estado atmosférico, es decir, nos sentimos en la nubes. No pensamos más que en nuestra persona amada, y cualquier evocación de él o ella hace que suspiremos, sonriamos con timidez, y nos ausentemos brevemente del espacio físico-temporal, soñando despiertos.

En este estado “vulnerable” nuestro juicio no es el más acertado e inequívoco, dado que nuestra capacidad de pensar con claridad está abrumada por el amor. Cualquier palabra pronunciada por nuestro ser amado es dada por válida, y más aún si ésta confirma nuestros sentimientos. 
“La persona que amo, me ama” nos repetimos, pasando por alto que se olvida de llamarnos cuando prometió hacerlo, que este fin de semana sale con sus amigos, ¡una vez más!, y que su última carta de amor fue el recibo de la tarjeta de crédito para que le ayudemos a pagarlo.
A pesar de todas las advertencias de nuestros amigos y conocidos, seguimos creyendo que nos ama, porque deseamos con toda el alma que así sea y la alternativa contraria es por demás dolorosa.
Sabemos cómo termina la historia, corazón partido y a otra cosa mariposa.
Lo mismo sucede cuando nos estafan. Deseamos creer que los que nos dicen es verdad.
Últimamente proliferan por la red, (y se multiplican como conejos), pseudos empresarios, profesionales o empresas que te aseguran que “puedes ganar dinero mientras duermes”, “que el próximo Google /Facebook repartirá sus beneficios contigo” y que puedes “hacerte millonario de la noche a la mañana con solo invertir en un poderoso negocio dorado”, mientras te aseguran que eres tonto si sigues trabajando y te pierdes la oportunidad de tu vida.
¿A quién no le gustaría ganar dinero mientras duerme? ¿Quién rechazaría despertarse y darse cuenta de que es el nuevo Warren Buffet por arte de magia?
Muchos de nosotros queremos ser millonarios, pero siento decirte que, sin esfuerzo, NO ES POSIBLE.
Sí, lo siento. Si quieres ser millonario, deberás trabajar para ello. Esa es la pura verdad. Los que te digan lo contrario, MIENTEN. 
Si no me haces caso, y lo crees, te engañarán. Punto. 
Ahora, para no parecer tan antipática y que me sigas teniendo un poco de cariño, voy a contarte de qué se tratan estas estafas que prometen lo que jamás podrán darte: dinero sin esfuerzo.
Este tipo de negocios a los que me refiero, y que no quiero que confundas con MLM o marketing multinivel (más adelante te explicaré la diferencia) se llaman estafas piramidales. Te roban tu dinero, tu ilusión, y tu fe en las personas. Todo en el mismo pack y al precio de uno.
Ahora déjame contarte un poco más sobre este tipo de estafas para que, si algún día caes en alguna de ellas, al menos no puedas decir que no te avisé. 
Como te mencionaba antes, existe una condición primordial que debe existir para que este tipo de estafa funcione, y es que alguien “desee” fuertemente que sea verdad lo que prometen.
imgres.jpgEjemplo: si te digo que comiéndote un pomelo “mágico” adelgazarás 20 kilos, ¿me creerías? Obviamente no. Y menos aún si estás en tu peso ideal.
Ahora: si te sobran 20  kilos que no has podido bajar ni con la dieta de la aceituna (que te llevaba a comer una aceituna diaria) ni con los 20 km que corres todos los días, seguramente no me creerías del todo, pero estarías más abierto a recibir información (ya lo has intentado todo, a lo mejor este método no lo conocías) y si encima me dieras una segunda o tercera oportunidad de demostrarte todas las propiedades “mágicas” del pomelo en cuestión, enseñarte las decenas de fotos del antes y después de personas como tú e ilustrarte con los “últimos” avances en medicina endocrina del Congo  junto a los testimonios de cientos de usuarios en todo el mundo que han adelgazado tras comerse el pomelo, y además te ofreciera un fabuloso precio de entrada, estoy casi segura de que lo comprarías. ¿Y sabes por qué? 
Porque necesitas creer que sea verdad. Estás harto/a de las dietas, no quieres correr más por las mañanas y hacer esfuerzo, quieres creer que sea cierto. Y tu deseo te convierte en víctima del engaño.
Si no hay deseo, el engaño no es posible. 
De eso se aprovechan las “empresas” que te comentaba que prometen hacerte millonario. De tu deseo de estar con tu familia más tiempo, de tus ganas de dejar un empleo que no te satisface o en donde no reconocen tu esfuerzo, de tus ansias por tener las cosas materiales que tanto soñabas y que cada día te parecen más imposibles de alcanzar.
Te venden humo y tú lo compras, porque lo quieres comprar.
¿Sinceramente crees en lo más hondo de tu ser que alguien que pudiera conocer el método de “ganar dinero mientras duermes” estaría enviando cientos de emails? O diseñando páginas webs a montones para promover el método milagroso? ¿Qué? ¿Se ha cansado de tanto viajar por el mundo y contar millones ya es aburrido? 
Nadie que conociera tan milagroso método lo difundiría de esa manera, y si aún crees que es un método altruista de compartir la información, ¿por qué pide tu dinero? ¿No sería más fácil convocar a los medios de comunicación en rueda de prensa y difundir el método masivamente “gratis”?
Lo que muchas veces se confunde erróneamente, son las estafas piramidales con el marketing multinivel MLM, que si se realiza de la manera adecuada no deja de ser una diferente forma de comercializar productos y obtener beneficios.
Para que distingas fácilmente uno de otro, lo importante es saber reconocer de dónde proviene el dinero que supuestamente ganarás.
Si yo te digo: Ganarás 1 euro por cada amigo que sumes y por todos los amigos de tus amigos, es una estafa. Porque el beneficio proviene de los aportes de otras personas. Voy a tratar de explicarme mejor:
pastedGraphic.pdf
“Inversiones Lehman Verito” radicada en Caimanes Island propone el siguiente negocio “millonario”, que aunque no esté inscripto en ninguna comisión de valores, ni avalado por Banco central alguno, yo te garantizo que es de los “buenos buenos” porque te da dinero sin trabajar.
El tema es así (te contaré los detalles porque somos amigos, pero generalmente no explico tanto) 
La estafa comienza así, perdón, quise decir negocio: 
“Si inviertes 500$ en Inversiones Lehman Verito, te aseguro ¡¡¡sin riesgos!!!, que cobrarás 50$ por mes durante 12 meses. O sea recibirás 120% por tu dinero. 
Tú, como me lees todos los meses y parezco simpática, me crees y me das tu dinero. Ahora, si miras la imagen anterior eres: a.
Ahora yo tengo 500$, de los cuales utilizo 100 para pagarte los intereses el primer mes y el segundo mes (no sea cosa de que creas que te he engañado). Y como ya vengo pagándote dos meses puntualmente (con tu dinero, pero eso no lo sabes), convences a tus amigos para que inviertan conmigo que soy de fiar, (grupo b).
Ahora yo, que tenía 400$ (de los tuyos) recibo 2000$ de tus amigos, y con ese dinero me dispongo a pagar los intereses de ellos cuatro + los tuyos, por dos meses más. Hagamos cuentas:
400$ + 2000$ = 2400$ (Lo que tengo ahora) - menos 100+400 (dos meses más de intereses tuyos y dos meses de intereses de tus 4 amigos) = 1900$ (me quedan aún).
Como sigo pagando puntualmente, tus amigos le cuentan a sus familiares que no se deben perder este nuevo fondo donde ganas dinero sin trabajar. Vienen corriendo a mí (el grupo c). Seis familiares y 3000$ más para mi bolsa.
Ok, tenia 1900 + 3000 que recibo, mi fondo aumenta a 4900, pero esta vez voy a ir pagando mes a mes. Ahora en el fondo estás tú (a) + tus 4 amigos (b) + sus 6 familiares  (c)x 50 $ c/u, el mes que viene me tocará pagarles 550$. Descontando de los 4900 que ya tenía, este mes me quedo con la suma nada despreciable de 4350$. ¡¡Mi reputación aumenta!! 
Los familiares tienen vecinos y se suman al fondo 9 personas más (grupo d). 4500$!! Sumados a los 4350, este mes tengo 8750 de los cuales tendré que usar 1000 para pagar los intereses de este mes. Pero tengo ¡¡¡un problema!!! El tío del vecino comenzó a hacer preguntas, a hacer correr rumores de que esto es una estafa y no consigo nuevos miembros.
Me entra miedo, me pongo a pensar: “¿¿Y si no entra gente nueva, cómo seguiré pagando los intereses?? ¿¿Y si les agarra la locura y quieren que les devuelva su capital? 
No podré porque me lo he gastado en ellos. ¿O acaso esperaban que les pague sus intereses con dinero del Monopoly?
Mmm, mejor como dice el dicho, soldado que huye sirve para otra guerra, desaparezco y que le vayan a reclamar a Magoya su dinero, que para problemas, los míos.
¿Entiendes? No creaba valor, no invertía el dinero en nada, solo lo dividía y repartía, quedándome con una jugosa tajada y rezaba para que nadie se diera cuenta de ello. Básicamente así son todas las estafas piramidales, aunque no te lo expliquen de esta forma.
En el momento en que alguien deja de aportar al fondo, o muchas personas reclaman su dinero de vuelta, la pirámide tambalea, cae y se descubre la estafa.



La regla es la siguiente: SI LA PRINCIPAL GANANCIA PROMETIDA PROVIENE DEL HECHO DE AFILIAR PERSONAS, ES UNA ESTAFA.
La diferencia de las estafas piramidales con los negocios de marketing multinivel es precisamente eso, mientras que en las estafas tú ganas dinero por las personas que se suman a tu red, en el marketing multinivel tú ganas dinero por los productos que vendes y los productos que venden tus afiliados. 
Cuantas más ventas, más ganancias, cuantas más ventas hagan tus afiliados, más ganancias residuales recibirás tú. Pero siempre existe algo tangible susceptible de ser vendido. Se crea valor. Se vende algo, se gana algo y se reparte. 
¿Expliqué bien la diferencia?
Ahora me despido, deseando que te haya sido útil este artículo. Y recuerda “Cuando la limosna es grande, hasta el Santo desconfía”.


(Artículo publicado originalmente en MI DINERO: Tu Revista de Finanzas Personales Nro.11 www.revistamidinero.com)
Hasta la próxima VD

No hay comentarios:

Publicar un comentario